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La perversión del modelito.

- A propósito del aniversario del fallecimiento del Alejandro, el Stuard, el fotógrafo, el poeta, el cantautor, el amigo, el peñi, el hermano pero por sobretodo el compañero. Es difícil no pensarlo en la marcha del 11 con sus grandes pasos sobresaliendo entre la multitud con su cámara fotográfica y amplia sonrisa. Difícil no recordar las tertulias eternas en su departamento. El vino compartido, un poema sonando entre los edificios del centro de Santiago más amable entre guitarreos y cariños.  Tantas veces fue el punto de partida para un programa solidario en alguna huelga, sindicato, toma de terrenos o de colegios , quizás punto final para algún patiperro o visita de provincias o extranjeros que, por ahorrar unas monedas eran bienvenidos al  hogar de este gran ser. Pero què mierda, no está físicamente,  se marchò su cuerpo de gigante,  eso es claro pero aùn se siente  su porte dulce y amable, tierno e incansable. Podríamos habernos juntado los del Kolectivo Kahuin, aquellos qu

Mi casa de fantasías.-

Te contare que vivo en una casa donde en el jardín crece una planta de zapallo gigante, sus hojas y tallos cubren las paredes y trepan al techo. También en ese mismo espacio hay dos crespas de rastas muy negritas que parecen ovejas motudas, ellas son dos perritas que detrás de sus melenas miran dulces y cariñosas que corren una tras la otra rodeando el zapallo. A  veces ellas discuten en su idioma de perritas con unos zorzales  que escapan con unos granos de su comida, también se llevan en su pico unas motas de pelos, seguro para abrigar en nido para este invierno que se aproxima. A mi jardín llegan amigos con sus guitarras y el jardín se transforma en un escenario por todos lados vuelan melodías y blancas y corcheas por cada rincón hay llaves de sol. Es todo muy alegre y reímos. Adentro de la casa quedan pocas paredes vacías, pero no, no es el zapallo je, je, son los estantes de libros, películas y discos con música que copan  todos los espacios. Donde una porción de muro

Crecer en ti.

Dejar             semillas                         dentro. Entre los             labios                         abrir el surco en el             intestino                         en medio                                    del vientre. Esperar             que las ramas                                    asomen desde             tus ojos. Crezcan             hojas                      y salgan                                    flores entre             los lóbulos                              por tus                                         pupilas desde             el ombligo. Tender             mis ropas.                            mis camisas                                                arrugadas ver      flamear                  mis calcetines. Trepar             por el tronco hasta             tocar                         tu cabeza y desde             la copa                         mirar          

Mariposa al amanecer

                                                                                                   Lleven rosadas  sonrisas. A veces un pan, pájaros     rondando    el jardín. Desnudo  estaba  frente     al espejo donde  tus ojos    jugueteaban con los guiños de unas   palabras. Es dulce    tu risa la  engullo  entre mis     labios. Tan delicadas    y transparente las capas de las     mariposas. ¿ se podrá cabalgar      en sus alas ? sin caer  al vacio sin desarticular una nervadura, sin dolor    en el cuerpo. Cuando el f rio se cuela  entre  el cubrecamas. Rodeo  tu cuerpo como un  caracol en tu  cintura. De fuego abrigare   el capullo con un  sueños de brujas   y duendes verdes. En la distancia soy un  tren perdido  en el horizonte. Ahí en  el anden  esperare     tu llegada para estrechar nuestros   cuerpo como  un soldado   que regresa   nostálgico de ternura,  pasión,    de truenos. Se acaba