Te contare
que vivo en una casa donde en el jardín crece una planta de zapallo gigante,
sus hojas y tallos cubren las paredes y trepan al techo. También en ese mismo
espacio hay dos crespas de rastas muy negritas que parecen ovejas motudas,
ellas son dos perritas que detrás de sus melenas miran dulces y cariñosas que
corren una tras la otra rodeando el zapallo. A
veces ellas discuten en su idioma de perritas con unos zorzales que escapan con unos granos de su comida, también
se llevan en su pico unas motas de pelos, seguro para abrigar en nido para este
invierno que se aproxima.
A mi jardín llegan
amigos con sus guitarras y el jardín se transforma en un escenario por todos lados
vuelan melodías y blancas y corcheas por cada rincón hay llaves de sol. Es todo
muy alegre y reímos.
Adentro de la
casa quedan pocas paredes vacías, pero no, no es el zapallo je, je, son los
estantes de libros, películas y discos con música que copan todos los espacios.
Donde una porción
de muro quedaba vacio, hay un clavo donde cuelga una famosa pintura de los
maestros de artesanos de la plaza del barrio y que por cada color ganan un peso
para el alimento de sus hijos, ellos: bueno esa es otra historia, ya habrá tiempo.
En la casa
habita una bruja blanca que le gusta cantar y cuando lo hace y se escucha su
voz llegan mariposas. Dicen que es su padre convertido en mariposa que llega a
cuidar su canto.
Esta bruja
tiene un hijo que es su príncipe, el que tiene una extraña enfermedad como
todos los príncipes, el escribe bellos poemas a la gente y es muy sabio, habla
en varias lenguas y es erudito en historia como una enciclopedia. La enfermedad
extraña del príncipe solo se cura con la poción mágica del amor, todo el amor
que le brinda su bruja blanca, su madre el de su hermano, de alguna princesa y
del papadre que encontró entre los versos.
Ah me
olvidaba de la gata parlanchina, ella habla en lenguas particulares que solo la
bruja y el príncipe entienden con mayor claridad, saben cuando pide agua,
calor, comida, ella es muy cariñosa y solo busca las manos para que la
acaricien. Ojala que si un día vienen no sea muy tarde pues ella es una gatita
de muchos años aunque juega como una niña encaramada en las cortinas, lo que
mas se le entiende es cuando dice: mam, mam.
Seguramente
yo no debo ser muy mágico pues me cuesta entender su idioma de gata.
El hermano
del príncipe es un gigante que con sus
sabias manos toca la guitarra, es muy virtuoso y a veces lo vamos a escuchar
todos a la plaza del pueblo, donde junto a otro toca sus melodías. Algunas
veces se pone soberbio pero es solo porque es muy joven a penas de 17 años y
ufff le queda tanto por crecer, si el cuida sus manos, sus dedos de algodón podrá
un día recorrer el mundo y todas las plazas del planeta con su virtuosidad de
guitarrista.
Así transcurre
mi vida. En las tardes al llegar a casa, saludo al duende del jardín, el
cuidador de plantas y pájaros y de la motudas negritas y de mariposas con su
fuente de agua entre las manos.
Ahora también
crece un gran limonero y cuando abren las flores parece que sonrieran por que
queremos la alegría y dormimos tranquilos cada noche con todos los que nos cuidan
y rodean.
Comentarios
Publicar un comentario