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A que huele tu nombre

Si tu nombre
huele a solfeo,
flores,
infinito
y posó
mi boca
bajo la erupción.
Tan dulce
y tormenta.
Tu diminuta presencia.
Extraño
despertar
sobre las tablas.
Madera antigua.
Y beber cada poro,
succionar
el polen de la rosa.
Afuera está
la ciudad avanzando.
En un tren subte,
en un bus oruga
Y bajo cada mole
de acero y cemento
yace la tierra.
Se  asoma la vida
entre las tablas del piso.
En la paredes humedas
Desde los muros
surge un jardín.
Es un concierto
tu nombre.
Toco tus notas,
bebemos un vino.
Afuera duermen
los mendigos
su última noche.
Quizas por eso
nos embriagarnos
algunas noches.
Y caminamos
cabizbajos.
Asi no duele
tanto el amor.

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