Dejar
semillas
dentro.
Entre los
labios
abrir el surco
en el
intestino
en medio
del vientre.
Esperar
que las ramas
asomen
desde
tus ojos.
Crezcan
hojas
y salgan
flores
entre
los lóbulos
por tus
pupilas
desde
el ombligo.
Tender
mis ropas.
mis camisas
arrugadas
ver
flamear
mis calcetines.
Trepar
por el tronco
hasta
tocar
tu cabeza
y desde
la copa
mirar
el mundo.
Deslizarme
entre
el
follaje.
Besar
tus dedos
morder
tu planta.
Aferrarme
a las nervaduras
y beberte
por las venas.
Dejar
caer
las semillas
a los ríos
y que
todo
el amor
fluya
navegue
inunde
aldeas
y ciudades.
No quiero
un amor
pequeño
lo quiero
cayendo amarillo
en otoño
gotas
desde
tus poros
llenando
de nubes
la atmósfera
que lluevan
pétalos
aroma
de tierra
húmeda
para que
fertilicemos
de amor
el planeta.
Cuando
seamos
raíz
penetrando
en las aceras,
el pavimento
de las calles
y las poblaciones
estén colmadas
de ternura
y un niño
jugando
cabe
un agujerito
en la tierra
emane
un manantial
empapando
de
amor
su rostro
luminoso.
No quiero
un amor
pequeñito
mirare
al mundo
desde
tu pelvis.
Desde
las montañas
y tus ojos
quiero
construir
un país
divergente
amable
y diferente.
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